Profile of Black

Profile of Black · por **Black D. Touya** Vie Nov 14, 2014 9:35 pm

• Nombre: Black D. Touya

• Apodo: Two face Bandit

• Edad: 18

• Sexo: Masculino

• Raza: Humano

• Isla Natal: Isla Dawn

• Profesión: Ladrón

• Clase: Arma Blanca

• Afiliación: Pirata

• Armas: Navaja Skull y Kodachi

• Descripción Física: Se trata de un muchacho joven, de complexión esbelta y tez blanca de piel. Su cuerpo no tiene grandes rasgos destacables ya que su cuerpo no es el de un peleador, sino que se basa en su ligereza y agilidad. Mide aproximadamente un metro ochenta, tal vez un par de de centímetros más. Cuenta con un cabello castaño, tirando a café claro, corto hasta su cuello, con varios mechones en pico revueltos en varias direcciones. Sus ojos color almendra ocupan gran parte de su rostro, el cual tiene una complexión suave y claramente joven. Con su cálida expresión puede fácilmente hacer pensar a cualquiera que es más niño aún si así lo quisiera. Sus ropas constan de un pantalón "cargo" color negro, unas zapatillas rojas con franjas negras y solapas que van sobre el pantalón. Lleva una chaqueta de mangas largas con tono celeste en la parte del abdomen hasta la zona del torso donde combina con un azul marino fuerte, acabando detrás en una capucha que lleva recogida. Lleva siempre su confiable gorra con bisagra negra, frente rojo con el logotipo en negro y detrás blanco. Debajo de su chaqueta cuenta con una simple playera negra sin ningún diseño particular.

Físico:

• Descripción Psicológica: Touya es un muchacho particular, ya que cuenta con una suerte de personalidad doble, pero no el típico trastorno de múltiples personas en una cabeza. Él es un gran mentiroso, usando su joven y "lindo" lado haciéndose el bueno para engañar a sus víctimas y poder despojarlas de todo lo que poseen con una sonrisa. Detrás de esa fachada oculta un ser sin escrúpulos, habiéndose criado en la calle y la pobreza sabe lo que es necesario hacer para sobrevivir incluso si ello se refiere tomar una vida ajena. Hay realmente poca gente con la que puede tener real confianza, ya que él cree en el dicho "mejor solo que mal acompañado". Pero llegado el caso haya realmente una o varias personas en las que pueda depositar su fe, el muchacho se portará firme y fiel ante ellos, sabiendo siempre ponerse él primero por su propio auto resguardo, algo que desde su infancia le fue inculcado y resulta algo realmente difícil de sobrepasar. Contra sus "enemigos" siempre pone su cara alegre y boba, utilizando el mayor subterfugio para engañar y lograr sacarles ventajas y golpear cuando menos lo esperen. En lo respectivo a sus ideales, pues busca mejorarse a si mismo en sus variadas habilidades para volverse realmente el mejor en lo que hace y de serle posible resguardar los tesoros que llegue a robar. Siguiendo los consejos de su padre espera encontrar esa persona en la cual sin dudas podrá confiar plenamente.

• Gustos y Disgustos: Se ha de admitir que gusta de las mujeres o mujer particularmente como cualquier muchacho sano de su edad, así también ayuda su amor por el dinero y las cosas de valor a su profesión. La fiesta, el alcohol (si un vicio así a su corta edad) y la buena comida. Disfruta el poder engañar a los que se creen más que los demás, usando esa credulidad para quitarles todo y por supuesto mantener y prolongar su libertad de hacer y decir lo que le venga en gana.
Disgusta particularmente de la gente rica que por solo haber nacido en bandeja de plata se creen mejores que los otros. El trabajo duro, cualquier tarea tediosa le resulta más que molesta, después de todo si quieres algo pues róbalo. Odia que le mientan, ya que su propio orgullo como buen engañador lo pone de malas si logran jugarle una que no se esperaba. Claramente está en contra de cualquier tipo de autoridad que trate de imponérsele a él o a cualquiera, tentándose a burlarla cada vez que le sea posible.

• Habilidades: Una de las habilidades del muchacho, pulida a lo largo de su infancia hasta su mayoría de edad, es su capacidad para el engaño. Esta conlleva el buen uso de la labia para distraer, mentir y embaucar a la gente. Sus veloces y habilidosas manos para realizar trampas en los juegos de azar y apuestas en la calle, y sobre todo su sigilo y gracia para tomar de los bolsillos ajenos en unos segundos. Otro detalle importante es un gran agilidad, gracias a que vivió básicamente huyendo de la ley, su velocidad es mayor a la normal, sumado a esto su ligera contextura muscular y física le hacen más fácil dicha tarea. Gracias a sus manos, puede manejar armas blancas cortas y ligeras como las que porta, con gran habilidad a pesar de no ser un virtuoso dedicado a la espada. A pesar de sus trampas, es realmente bueno para los juegos de azar y realmente bueno para analizar las situaciones, dándole también una buena predisposición para los juegos de mesa en general.

• Debilidades: Touya, no es un muchacho fuerte. Sus piernas serán rápidas, pero el joven es realmente una persona normal en términos de fuerza, costándole levantar una katana con una mano incluso, ni hablar de armas de fuego pesadas por tanto no es para nada diestro en el combate físico o con el uso de armas ya que solo el rebote de una de ellas puede dejarlo en el suelo y con una mano herida. Habiendo estado su vida como un ladrón, no cuenta con una vasta red de conocimientos, siendo un inútil en la cocina, así como también en la carpintería y mejor ni acercarlo a un instrumento musical salvo que sea para venderlo luego de robarlo. Si bien es un gran ladrón, tiene una tendencia a malgastar su dinero o simplemente "perderlo" en dudosas circunstancias, sea por lo que fuere por más alto botín que obtenga este no durará mucho en sus manos por una u otra razón.

• Historia: El joven nacido en la familia Black. Aquel apellido generaciones atrás podía ser afamado por los nobles como uno más de su estirpe, pero no fuera por un antepasado que todo eso se iría por la cañería, literalmente. La historia del muchacho comienza varios años luego, con sus padres viviendo en el basural de la Terminal Gray. Desde pequeño el niño aprendió a usar sus manos para hacer trucos y jugarretas antes que siquiera diera sus primeros pasos. Allí era un sitio de supervivencia, donde el primer descuido, aún para un infante, significaba morir de hambre o peor. Así fueron los primeros duros años del niño, que no disfrutó de una infancia normal como cualquiera. Su madre falleció al poco tiempo de tenerlo por lo que solo tuvo a su padre Michael Black para criarlo. Rechazado hasta en lo más bajo de la sociedad por su previo estatus de noble por más que este fuera de generaciones anteriores, era como un estigma que los seguiría durante toda su vida allí.

Así pasarían sus jóvenes años, robando, sobreviviendo, sufriendo. Un duro inicio, pero gracias al cual el muchacho supo desarrollar su personalidad. Delante ponía su cara buena y tonta, haciendo a los otros confiarse de más solo para luego apuñalarlos por la espalda por un pedazo de pan rancio. Esas duras tareas vendrían primero, hasta que pronto podría aprender el arte del engaño de su padre, quien preocupado quería evitar su hijo se volviera una máquina de matar por cualquier cosa. Tal vez eso fue lo que separó a Touya de volverse un simple asesino en serie, por tanto es hasta hoy en día el regalo que más atesora de su padre. Así en su cumpleaños número 10, su padre lo inició en el arte de la mentira, todos los trucos que él aprendió, las jugadas, como observar, como meter mano, todo. El joven más que emocionado no tardó en aprender y conforme pasara el tiempo se habría hecho de una fama en aquel basurero. Llegaría el día que su cuenta de muertes para robar sería de cero contra su racha de engaños exitosos que sería del cien por cien. Entrado ya en sus quince años, su padre llegaría también al límite de su vida, habiendo curtido al muchacho para el mundo allí afuera dejó que la enfermedad que lo carcomía desde hace sabe quien cuanto tiempo culminara con su vida. El viejo solo dejaría a su muchacho con una cosa. Su navaja, aquella línea entre el matar o engañar, usarla para intimidar y lograr su objetivo o recurrir a ella para tomar lo que necesitaba aún llevándose una vida con ello.

Luego del evento con su padre, el año siguiente el joven se dedicaría a planear su siguiente paso. Conseguiría ropas que no apestasen y se escaparía a los bosques de la montaña. Allí viviría, comiendo de la naturaleza y parando en aquel basurero cuando le fuera necesario tomar algo. Fue una dura transición, pero ya con 16 años, daría su primer gran golpe. Se escabulliría cubierto por la noche, sus rápidas y ágiles piernas lo llevarían por los el silencioso basural. Cuando la guardia dispusiera de su desecho diario pasaría de ellos por el lugar cubierto por la poca visibilidad y el ruido de la máquina que dejaba el tesoro para los habitantes de la terminal. Pasaría sobre el primer tejado que viera, saltando de lado a lado hasta llegar a una de las estancias de mayor porte. Una fiesta se llevaba a cabo, no sabía de quien, pero no era lo importante, era la cobertura perfecta. Se procuró ropas normales que al menos lo harían pasar como uno más del montón de empleados tal vez. Era arriesgado, pero se lanzó, la multitud y el bullicio cubrieron sus sigilosos pasos. Se haría lugar a la gran mansión y pasando hasta el ala oeste donde ya nadie quedaba. Sonriendo y sin palabras que espetar recorrería hasta encontrar el cuarto deseado. Una caja fuerte en un estudio, no era lo mejor, pero sería suficiente para probarse a sí mismo. Con las habilidades pasadas a él por su padre abriría sin dificultades la caja, tomando en una bolsa los millones de berries que esta contenía. Con sigilo y cuidando la bolsa de tela que llevaba a cuestas pasaría desapercibido entre la gente. Ya cerca de escaparse ocurrió. Un simple choque entre dos pasillos. Con ello la bolsa que cargaba sabe uno donde terminó. Para su suerte no había nade, bueno nadie más que ella. Aquella joven, noble elegante envuelta en lágrimas igual de sorprendida que el muchacho. Se pondría de pie el ladronzuelo, cruzando sus ojos almendra con aquella profunda mirada zafiro y sin más se echaría a correr fuera de la estancia.
Fue solo un momento, pero aquel cruce lo dejaría con el corazón en la boca. No sabía por qué así que simplemente culpó los nervios y la casi desesperación de ser atrapado, pero esa idea no lo dejaba convencido del todo. Para su suerte, la fortuna le daría una segunda ronda para entender mejor aquella sensación, siendo esta vez la muchacha quien se le aparecería. Su nombre era White Winters. Como cualquier muchacho curioso gustaba de oírla hablar sobre sus cosas, era una sensación rara ya que nunca tuvo a alguien con quien hablar, siendo su vida supervivencia más que nada. Si bien pensó primeramente aprovecharse de la muchacha para lograr robar nuevamente la estancia, simplemente no pudo hacerlo. Su padre alguna vez le dijo que no confiara en nadie, pero que podría confiar plenamente en una persona y que sabría cuando y quien sería en su momento. Esas palabras resonaban cada oportunidad que tenía en sus casuales encuentros con la muchacha intentando entender que era lo que quería decir su viejo con eso.

Otro tiempo pasaría, ya entrado en sus 17 años, el joven iba y venía entre el distrito alto y el basurero, probando aquí y allá su suerte con sus jugarretas, consiguiendo lo necesario para sobrevivir. Tendría otros encuentros con la joven muchacha pero tardaría en oír de ella por un tiempo. Cuando la viera de nuevo, la bella joven tenía su resolución. Quería dejar su encierro y echarse a la mar. Al muchacho le resultaba preocupante, pero él también estaba juntando botín para conseguirse algo e irse, conociendo el sitio como era, sabía tenía mejores tesoros y lugares que visitar y por supuesto mucha más gente que engañar. Pero White, por como la conocía sabía que quería ser un espíritu libre, pero por más que preguntase o tratara de poner razón en su idea, ella tenía bien decidido que hacer. Por tanto convino con el joven el día de su cumpleaños 18 para escapar con él.

Touya ya había pasado sus 18 hacía varios meses. Con el pasar del tiempo el día prometido se acercaba, para el mismo consiguió ropa nueva, limpió su fiel gorra y compró un obsequio para su compañera. Estaría a la espera infiltrado en el bario alto, sigilosamente rondando las calles cerca de la estancia. Con frialdad en su rostro respiraba esperando la llegada de la joven. Al cabo de unas horas, la ya "adulta" Winters se apareció frente al muchacho. Este le sonrió y depositó en su pequeña cabeza la gorra rosada que había comprado. Extendiendo su mano tomaría la de ella al son de la alarma del que fue su hogar. Tomando aquello como una señal de salida, el de la desterrada familia Black tomaría a su acompañante y con la misma facilidad con la que entró se escaparía del barrio alto en dirección a la costa donde esperaba estuviera todo listo para su partida.

• Nombre de la Apariencia: Black/Touya/Hilbert

• Anime/Manga/Videojuego: Pokemon Black & White (GEN V)

Re: Profile of Black · por **Nina Luitgard** Sáb Nov 15, 2014 6:21 pm

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